¿Vampiros en Estados Unidos?

El caso de Mercy Lena Brown

(Enero de 1892)

En Estados Unidos la fiebre de los vampiros llegó mucho tiempo después de haber arrasado en Europa. Lo más probable es que los propios colonos llevasen consigo aquellos mitos desde el viejo continente.

En Rhode Island, puerto principal de la llamada Nueva Inglaterra, se dieron casos extraños relacionados con vampiros. El pueblo de Exeter, considerado pueblo vampírico, fue escenario de unos casos que han pasado a la posterior cultura pop contemporánea.

La tuberculosis (o consunción o tisis) era y es una enfermedad tremendamente contagiosa y para los colonos algo difícil de explicar y de entender dada la gravedad del asunto. Así que en un claro error de echarle la culpa a alguien, se abogó por achacar las muertes al vampirismo. Muchos cuerpos fueron desenterrados y mutilados en un intento de acabar con aquella plaga. Esto es claramente una imitación de las exhumaciones en los Balcanes.

Una de las familias afectadas tanto por la tuberculosis como por las supersticiones fue la familia de George Brown. Un granjero que tuvo la mala suerte de que todos los miembros de su familia falleciesen por culpa de esta terrible enfermedad.

Primero falleció su mujer Mery, luego su hija Olive. Tras aquellas traumáticas muertes se decide que el hijo varón (por cierto Mery se queda junto al padre para salvar al hijo varón), viaje a Colorado tras presentar ciertos síntomas similares al resto de la familia. Edwin regresa y trágicamente muere su hermana Mercy con tan solo 19 años.

El padre, desesperado, sucumbe a los comentarios, totalmente irreales, de los vecinos quienes afirmaban que la familia había sido maldecida. Decide, finalmente, abrir las tumbas tanto de su mujer como las de sus hijas. Se dice, se comenta que no estaba muy convencido. De hecho, el médico del pueblo Harold Metcalf tampoco creía en aquella hipótesis y tras examinar los cuerpos afirmó que estaban dentro de lo normal para una descomposición tras la muerte.

Pero la gente, que es muy desconfiada de la ciencia, no creyó la verdad tras comprobar que el único cuerpo que se hallaba prácticamente sin descomponer era el de la pobre Mercy.

El doctor Metcalf extrajo el corazón y el hígado de la joven. El alboroto fue peor al ver que los dos órganos contenían litros sangre acumulada. Los dos órganos fueron destruidos tras quemarlos. Se dice, se comenta que la mezcla de las cenizas con algún extraño brebaje se le ofreció de beber al hermano enfermo, Edwin. No tengo ni idea de dónde sacaron aquella conclusión de beber las cenizas de los órganos de una supuesta vampira.

El moribundo Edwin, me imagino que por desesperación, lo bebió. Aunque, era predecible que no funcionase. ¿Alguien más se ha sorprendido del resultado final?

Todo aquello ayudó a que la historia truculenta de Mercy llegase a los periódicos y, de hecho, The Providence Journal investigó el tema y publicó varios artículos hablando sobre el mito del vampiro y sus orígenes europeos.

A día de hoy, la tumba de Mercy sigue siendo lugar de peregrinación para los fans de los chupasangres. Incluso se cuentan historias sobre gente que ha oído la voz de una mujer susurrando cerca de la tumba.

De Cbarry123 – enwiki, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4900170

Al final el miedo a lo desconocido está atado al ser humano y a veces las explicaciones más descabelladas suelen ganar más adeptos que la propia verdad. Muchas veces esta verdad nos supera y nos obliga a buscar un culpable, sea éste real o no.

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